La escritora y académica colombiana Elisa Mújica (1918-2003). Foto: El Tiempo.

Academia Colombiana de la Lengua

Homenaje a la escritora y académica de la ACL, Elisa Mújica (1918-2003)

26 de Febrero de 2018

• En el centenario de su nacimiento

El pasado 23 de febrero, durante su primera sesión del año, la Academia Colombiana de la Lengua (ACL), rindió un sentido homenaje a la escritora Elisa Mújica (1918-2003) al celebrarse el centenario de su nacimiento.

Elisa Mújica fue la segunda mujer en ser elegida en la institución, en 1982, como miembro correspondiente, habiendo sido precedida tan solo por Dora Castellanos, pero fue también la primera en ingresar, dos años después, en 1984, como miembro de número, previa recepción de Eduardo Guzmán Esponda. La escritora tomó posesión de la silla Y con un discurso sobre las raíces del cuento popular en Colombia.

El secretario de la ACL, Edilberto Cruz Espejo, fue el encargado de hablar sobre la vida de la escritora. Cruz Espejo explicó que «Elisa Mújica nació en 1918, un año después de la Revolución bolchevique y presenció también la Revolución cubana a mediados del siglo pasado, poco antes de la Revolución china de Mao. No es de extrañar la fuerte influencia del marxismo en su obra literaria», de la que dejó constancia en una de sus novelas, «algo autobiográfica».

En su caso, sin embargo, la honda sensibilidad social, ligada a una intensa espiritualidad, fue desembocando en el cristianismo a través, sobre todo, de los escritos de santa Teresa –«clave de su conversión»– y de sor Josefa del Castillo y Guevara, la mística tunjana, en torno a las cuales escribió dos de sus más famosos ensayos.

Tal y como ha explicado, como novelista «bordeó los terrenos del romanticismo, incursionó con éxito en la literatura urbana y denunció con maestría la soledad, el aislamiento y la incomunicación del mundo moderno».

Al término de la intervención de Cruz Espejo, habló la académica y exdirectora del Museo Colonial, Teresa Morales, quien dedicó su charla a los momentos marcados por su amistad con Elisa Mújica. Recordó, en efecto, que ella fue quien la reemplazó en la silla Y, y afirmó que sus visitas a la oficina del museo están todavía fijas en su memoria, tanto como «sus páginas bellísimas a santa Teresa, sus textos infantiles y su amor a la soledad, a los libros y a los gatos, a las calles estrechas y sombrías de La Candelaria, donde residió por mucho tiempo».

Por su parte, Daniel Samper Pizano declaró, sin rodeos, que el mejor ensayo sobre Reminiscencias de Santafé y Bogotá, de Cordovez Moure, es precisamente el de Elisa Mújica. «Nadie más cachaco, más santafereño, que ella», señaló.

 

cerrar

Buscador general ASALE

cerrar

Diccionarios